En mi segunda colaboración con unos buenos clientes me enfrenté al reto de diseñar la cocina de su nueva vivienda. Tenían en mente un estilo claro, de influencia nórdica e industrial que se puede ver reflejado en elementos como el color blanco de la estancia, sus electrodomésticos en acero y detalles metálicos. Su suelo hidráulico crea un contraste aportando una gama de grises, apoyado por sus tiradores de hueso.
La implicación y entusiasmo del cliente facilitaron la ejecución de un trabajo que ha resultado plenamente satisfactorio.